Sin L e "libertad"

Finalmente, tras varios años de litigios, La Coruña, única ciudad gallega que se había opuesto a la aplicación de la Ley de Normalización Lingüística de Galicia perdió la “L”, hecho motivado por la salida de la alcaldía de Francisco Vázquez y la alianza de gobierno municipal entre PSOE y BNG, contraria a la tendencia marcada históricamente por los gobiernos municipales de la ciudad pero, exigida desde el gobierno autonómico con un lema oculto de “todo por gobernar” y un lema ficticio de gobiernos de “progreso”.

Este “progreso” se materializa en pérdida de libertad lingüística de los ciudadanos en sectores como la enseñanza, comunicación con organismos públicos e, incluso en legislación que tutela a los comerciantes acerca de su lengua de comunicación con los clientes. Es de imaginar que el progreso también llegue a las entidades privadas para sustituir resquicios del pasado tan hirientes como la denominación “Real Club Deportivo de La Coruña”, aunque sea con chantaje mediante dinero público.

Por suerte, la libertad de expresión existe y aunque nos hayan quitado el derecho a decidir la denominación oficial de nuestro municipio, todavía le solemos llamar en español, eso sí, siendo políticamente incorrectos pero muy coherentes, ya que, tampoco decimos London ni Bordeaux.